
Por
Pedro H. Morales
Uno de los mayores problemas de los negocios de hoy, es la ausencia
de verdaderos vendedores profesionales. Hay muchos vendedores, es
cierto, pero pocos traban con un verdadero sentido profesional.
La mayoría comete errores graves en el proceso de la atención a
su cliente. Un reciente estudio realizado por el Centro Internacional
de Mercadotecnia señaló los principales errores de los vendedores
no profesionales. Calificó los siete principales como de “Pecados
Imperdonables”.
1. Imprudencia. Muchos
vendedores matan la venta por su propia manera de actuar. Cometen
graves errores de imprudencia. Tratan temas delicados. Preguntan
lo que no viene al caso. Ofenden a su cliente. Carecen de la buena
educación y los modales básicos. Prometen cosas que nunca cumplen
y mienten y exageran sobre sus productos, su empresa o la competencia.
2.
Indiferencia.
La mayoría de los vendedores no se preocupan verdaderamente por
su cliente. Olvidan el principio elemental de la venta orientada
hacia el cliente. Sólo piensan en su salario o en sus comisiones,
en sus problemas o en sus aspiraciones. Tratan al comprador con
tal indiferencia que no lo hacen tomar su decisión de comprar.
3. Indolencia. Mucha
gente que esta en la venta es realmente perezosa. No sólo dejan
de vender sino que contagian a todo el mundo de su propia indolencia.
A un estímulo de pereza, la gente responde con pereza.
4. Ineficiencia.
Algunos vendedores no han tomado en serio su profesión. No estudian.
Ignoran las actitudes y los hábitos de sus propios clientes. No
investigan. Presentan argumentos que jamás corresponden a las motivaciones
de compra del cliente. Emplean técnicas que no se ajustan a la realidad
de su venta. No saben escuchar a tiempo. piensan que vender es sinónimo
de hablar. No realizan suficientes ejercicios y prácticas para desarrollar
sus verdaderas aptitudes.
5.
Inconstancia.
La venta es una profesión que requiere gran consagración. Muchísimos
vendedores abandonan a sus clientes a la primera oportunidad. No
vuelven a visitar a sus potenciales clientes. Son impuntuales e
incumplidos. Presentan vagas y livianas disculpas para no regresar
a varios clientes. Tienen miedo a los clientes que califican de
“difíciles”, y dejan de verlos. Está comprobado que la inconstancia
de algunos vendedores matan más ventas que la escasez de técnicas
o la ausencia de conocimientos.
6. Inexperiencia.
Buen número de vendedores duran actuando el resto como lo hicieron
en sus primeros días. No tratan de mejorar sus métodos. No actualizan
sus sistemas. Afirman tener diez años de experiencia; cuando lo
que verdaderamente poseen es “un año de experiencia, repetido diez
veces”. Estos vendedores permanecen convencidos a sí mismo que el
mundo ha seguido igual. Que no ha cambiado nada. Que todo marcha
en la misma forma durante todo el tiempo. su inexperiencia los va
dejando atrás. Su rendimiento es cada día peor y sus ingresos bajan
notoriamente. Terminan mucha veces renegando de su trabajo.
7.
Ignorancia.
Finalmente, el pecado más común de la gente que vende, es el no
saber qué es lo que está haciendo. Muchos vendedores no solamente
ignoran en qué consiste su trabajo, sino que no saben nada sobre
el producto que ofrecen y sus verdaderos beneficios. Desconocen
las razones que podría tener el cliente para comprar. No investigan
suficientemente sobre la forma de aproximarse a cada cliente y las
maneras de exponer los argumentos con los beneficios del producto
o servicio que venden. Pero lo más grave es que a muchos vendedores
ignorantes, no se les ocurre salir de ese estado. Permanecen años
sumidos en su propia ignorancia y culpando de sus fallas a la “suerte”;
al destino; a la fatalidad; al mal tiempo; a la situación política
o la situación económica; a sus propios agüeros y supersticiones;
a todo cuanto lo rodea. Menos a su ignorancia, que es la única culpable.
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